Pautas para el cuidado de la voz


Cada vez son más frecuentes los casos de personas de nuestro entorno que presentan problemas de voz o disfonía,  y no sólo en los adultos, sino también entre la población infantil. Suelen caracterizarse por una afectación en la calidad de voz, como: ronquera, falta de proyección de la voz, dolor de garganta…. incluso  ausencia total de voz (afonía).voz

Existen dos grupos principales de disfonías: orgánicas y funcionales. En el caso de éstas últimas, podemos hablar de que la causa del problema se debe a un abuso y/o inadecuada técnica vocal, que probablemente vaya acompañado de malos hábitos.

El abuso vocal suele venir dado por un uso prolongado de la voz con escasos descansos durante el día, por ejemplo personas que utilizan la voz como herramienta de trabajo, personas muy habladoras, o que utilizan un volumen muy alto para hablar…entre otras. Estas características unidas al manejo de una técnica vocal incorrecta  y la presencia de malos hábitos vocales, puede dar lugar a una disfonía funcional. En caso de que la disfonía se prolongue en el tiempo, puede favorecer la aparición de alteraciones orgánicas en las cuerdas vocales como nódulos, pólipos, etc.

Probablemente esta información les resulte familiar a personas que ya  hayan acudido a un logopeda, pero en general, existe un desconocimiento a este respecto. Por ello, muchas personas con estos problemas no saben qué aspectos se podrían cambiar para poder mejorar y cuidar su voz.

Del mismo modo que sabemos qué alimentos debemos tomar para llevar una dieta equilibrada o la recomendación de  hacer deporte diariamente para mantener unos adecuados hábitos de salud, es importante conocer cómo debemos cuidar nuestra voz; en especial las personas que presentan alteraciones vocales, o aquellas que la utilizan como instrumento de trabajo.

Algunas de las recomendaciones o pautas de higiene vocal para el cuidado de la voz son:

  • Poseer un conocimiento básico de los mecanismos de producción de la voz y de los riesgos que conlleva su mal uso y abuso.
  • Cuidar las posturas corporales durante el trabajo y al hablar. Corregir los malos hábitos que existan, especialmente en hombros y cuello, articulación témporo-mandibular, musculatura facial, lingual y masticatoria, así como control pélvico de los músculos de la pared abdominal y zona lumbar.
  • No hablar mientras se realiza un esfuerzo físico.
  • Evitar los ambientes con polución (tiza, polvo, humo, gases). Ventilar bien.
  • Intentar no frecuentar lugares con ambientes ruidosos, sobre todo si hay que hablar a cierta distancia con interlocutor, para no competir con el ruido ambiental.
  • No beber bebidas muy frías o muy calientes.voz 3
  • Las cuerdas vocales necesitan un alto grado de humedad ambiental (70-75%). Por ello es recomendable beber agua a poquitos, durante todo el día para humedecer con frecuencia las cuerdas vocales, y concretamente en momentos que haya que hablar más. El uso de humidificadores es muy aconsejable, en especial para dormir.
  • No fumar.
  • En lugar de carraspear, toser fuerte 1 o 2 veces, ya que el carraspeo constante irrita las cuerdas vocales, y en ocasiones puede llegar a convertirse en una costumbre, perdiendo la funcionalidad.
  • No se debe gritar de forma descontrolada, máxime si se acompaña con la práctica de deportes que impliquen esfuerzos considerables.
  • Se recomienda no tomar caramelos mentolados porque irritan las cuerdas vocales, a diferencia de lo que popularmente se cree.
  • Evitar tomar frutos secos que suelen provocar carraspeo.
  • En momentos en los que tengamos que hablar mucho, se aconseja no ingerir previamente comidas con salsas o dulces que tienden a espesar la saliva y secar la boca.
  • Utilizar un ritmo de habla normal, con pausas y respetando los turnos de conversación para así evitar un ritmo acelerado que favorezca la descoordinación de la respiración con la voz.
  • Realizar descansos vocales durante el día, y en especial tras un uso prolongado de la voz.

    Estas son algunas de las pautas a seguir para cuidar nuestras cuerdas vocales. No obstante, ante la presencia de una disfonía que se mantenga en el tiempo, o periodos de ronquera recurrentes, es aconsejable consultar a un logopeda, para valorar el funcionamiento de los diferentes mecanismos implicados en la producción vocal, la calidad de la voz y la existencia de malos hábitos, y así determinar la necesidad de tratamiento. Paralelamente, el logopeda derivará al paciente a un Otorrinolaringólogo (ORL) que evaluará las cuerdas vocales  para detectar posibles alteraciones orgánicas. De este modo se podrá realizar un diagnóstico, complementando la información de las exploraciones desempeñadas por ambos profesionales. En ocasiones, los pacientes acuden primero a un ORL; en este caso el orden de los factores no altera el producto, ya que si existe alteración, el ORL derivará al paciente al logopeda.

    Es de gran importancia conocer los factores de riesgo vocal a tener en cuenta para acudir a un profesional, tales como:

  • Sufro periodos de ronquera.voz 2
  • Siento     que me falta el aire cuando hablo.
  • Me salen “gallos” algunas veces cuando hablo.
  • Pierdo     la voz momentáneamente.
  • Me molesta la tensión del cuello, hombros o espalda.
  • Siento     fatiga vocal al final del día.
  • Siento la garganta o boca seca . Siento picor en la garganta.
  • Sensación de cuerpo extraño en las cuerdas vocales.
  • Necesito carraspear o toser con frecuencia.
  • Mis problemas de voz son cada vez más frecuentes.
  • Sufro afonía (pérdida total de la voz) durante al menos un día, tras un sobreesfuerzo vocal.
  • Siempre tengo ronquera.
  • En ocasiones siento molestias en la garganta.
  • Padezco alergias, faringitis frecuentes, ardores, reflujo gastoesofágico…
  • Hablo mucho.
  • Hablo muy alto o grito con frecuencia.
  • Fumo con asiduidad.
  • Tenso la musculatura del cuello y los hombros para que mi voz tenga más potencia.
  • No bebo agua habitualmente.

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