Trastorno Específico del Lenguaje (TEL): Qué es, signos de alarma y cómo intervenir


¿Qué es el TEL?

El trastorno específico del lenguaje o TEL es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por tener una dificultad significativa en la adquisición y desarrollo del lenguaje, la cual no puede ser explicada por problemas neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores, ni sociofamiliares. Puede afectar tanto al área receptiva como a la comprensiva e implicar a uno o varios componentes: fonética y fonología, semántica, morfosintaxis y/o pragmática. 

Signos de alarma

Si atendemos a los componentes del lenguaje estos signos podrían ser:

  • Área fonetico-fonológica: habla inteligible, simplificación fonológica (/tasa/ por /casa/; /espara/ por /espada/), numerosas dislalias (/tes/ por /tres/; /maí/ por /maíz/), errores en discriminación auditiva. 
  • Área semántica: Vocabulario reducido y con mucha dificultad para aprender nuevo, dificultades de acceso al léxico (“tener la palabra en la punta de la lengua”), rodeos para explicar algo que puede hacerlo de forma más sencilla, dificultad en comprensión y expresión de lo abstracto.
  • Área morfosintáctica: Oraciones simples, mala estructuración gramatical y con errores de concordancia , errores al conjugar verbos, sobrerregularizaciones, escasa utilización de palabras función (nexos, preposiciones, etc.). Un ejemplo de oración sería: “He ponido el pantalones en la cama”
  • Área pragmática: Dificultad para comprender emociones y resolución de problemas, dificultades en la interacción social y juegos de rol o con normas, dificultad para comprender y realizar inferencias, y mala comprensión de ironías, dobles sentidos, etc. 

Este trastorno es persistente y evolutivo, además presenta diferentes grados de afectación. Por lo que no se puede generalizar, cada niño presentará sus dificultades particulares. Además muchos TEL presentan comorbilidad con trastornos como déficit de atención, dislexia, discalculia, alteraciones en la interacción social, etc. 

¿Cómo intervenir?

En general la intervención logopédica se centrará en 8 pilares fundamentales:

  1. Atención a las familias: Información sobre el diagnóstico y durante el tratamiento, además de entrenarlos como agentes activos en la intervención.
  1. Adquisición de requisitos básicos del lenguaje: atención conjunta, respetar turnos, imitación verbal y no verbal y seguimiento de instrucciones.
  1. Nivel fonológico: Discriminación de sonidos del habla (fonemas y sílabas) y la  producción correcta de los mismos.
  1. Nivel léxico-semántico: Aumentar vocabulario y mejorar conexiones entre palabras.
  1. Nivel morfosintáctico: Empleo de elementos sintácticos y gramaticales para mejorar la estructuración de oraciones y trabajar la comprensión de las mismas.
  1. Nivel pragmático: Aumentar intencionalidad comunicativa y desarrollar el discurso.
  1. Enseñanza de la lectoescritura (en caso de que se haya iniciado en el proceso)
  1. Atención escolar: Trabajar de manera coordinada con los centros educativos. 

El lenguaje es una herramienta que nos sirve para comunicarnos,  comprender y relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea, por eso es importante olvidarnos del mito “ya hablará” y acudir lo antes posible a los profesionales que pueden dar respuesta a estas dificultades. 

Share Button